La gimnasia rítmica es, por méritos propios, uno de los grandes dentro de la amalgama deportiva de Alhaurín de la Torre. Llevan veinte años funcionando como escuela y como club y creciendo tanto que se han instalado no ya en el deporte, sino en la sociedad alhaurina. El club tiene en sus filas una segunda generación de deportistas. De hecho, algunas de esas primeras alumnas son ahora monitoras y entrenadoras de la entidad.
Al margen de sus continuados éxitos deportivos, con muchos y muy diversos podios en competiciones provinciales, autonómicas y también nacionales, su presencia en torneos de todo el territorio español es continuada. La escuela está formada por más de doscientas jóvenes, y algún que otro joven, desde la inclusión de la categoría masculina entre sus quehaceres diarios. Y unido a ella, el propio Club Aldetor, que no es otra cosa que el escaparate de competición. En él se refleja todo el trabajo de base previo.
No puedo olvidar la referencia al Torneo de gimnasia rítmica que cada año, desde el 2.000, presenta a Alhaurín de la Torre como el centro neurálgico de la gimasia rítmica a un nivel que sobrepasa nuestras fronteras.
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