(JCVM) Si nació en el 57, a mí me queda que ni pintado escribir que tiene en la actualidad esos mismos 57. Es posible que ya haya cumplido los 58, pero eso rompería la simetría propia de la cultura que adora. Es aficionado a la literatura y al cine. Vive en pareja con una mujer, con la misma quiero decir, desde hace más de veinte años y como curiosidad, añade con un punto de peligrosidad sobrevenida, que fue la primera de sus alumnas. Actualmente dirige el centro de yoga Milarepa de Málaga y da clases en Alhaurín de la Torre, “desde antes de que se abriera el polideportivo El Limón”. En sus años mozos empezó a estudiar filosofía en la Universidad Autónoma de Madrid, algo que abandonó por su interés por la filosofía oriental.
ENTREVISTA:
1.- A veces pienso que el yoga está infravalorado y otras que sobrevalorado. ¿Tú cómo lo ves? Estoy de acuerdo. El problema es que está mal conocido. Por mucho que oigan, que lean, el yoga es una experiencia, una práctica. La opinión de la gente que no lo ha conocido, ya sea a favor o en contra, no me interesa, porque no es del todo válida hasta que lo haya probado. El yoga forma parte del hinduismo, que nos dice que el cincuenta por cierto es experiencia y el otro cincuenta, creencia.
2.- Vamos a captar a gente para lo tuyo. ¿Por dónde empezamos? La actividad física que implica el yoga, a diferencia de otras actividades, es que involucra a la mente, al espíritu, a la totalidad del ser. Hoy en día, las dificultades inherentes en la vida que llevamos, hace que dicha actividad no sea un lujo, sino una necesidad a la hora de mantener la energía suficiente para sobrellevar el quehacer diario. El yoga es un sistema para cargar las baterías.
3.- ¿Cabe el yoga en toda la enorme oferta deportiva de Alhaurín de la Torre? Por supuesto que sí. De hecho llevamos más de 20 años por aquí. La diferencia es que esta modalidad no es competitiva, ni siquiera con uno mismo. Además, da igual el nivel que el alumno tenga porque hasta las posturas más sencillas logran el equilibrio, la armonía cuerpo-mente, que es el ideal de la salud.
La entrevista me está resultando fácil. Creo yo que con Miguel Ángel muchas cosas de su alrededor son así. Yo sólo enciendo la lumbre y él solito se encarga de prender sobre aquello en lo que está pensando. Me gusta oir su voz grave y pausada y su forma de entender la vida, aunque no se si estoy consiguiendo descifrar la totalidad de su esencia.
4.- ¿Eres tan tranquilo como pareces? No, al contrario. Hay quien me dice que soy muy nervioso. El yoga es conocerse a uno mismo. Si se comienza la búsqueda de un ideal, se renuncia a muchas cosas. Te pongo el ejemplo de una catedral, que acepta a todo tipo de personas en su silencio, o como el sol, que brilla sobre todas las personas, sean buenas, malas, religiosas o no…esa es precisamente la luz del yoga.
5.- Por lo que llevamos hablado hasta ahora, ¿si yo mañana mismo me inscribiera en tus clases, ¿ganaría en calidad de vida? Creo que sí, pero ese beneficio no es cuantificable. El sentirse bien es individual de cada persona. Te voy a contar un cuento: había una persona que quería cambiar el mundo y todos los que le rodeaban se reían de él por la imposibilidad de la empresa. Así pues, se centró en cambiar la comunidad, incluso algo más pequeño, su familia y acabó cambiándose él mismo. A partir de ahí descubrió que la familia, la comunidad y el mundo eran distintos. No quise interrumpir su leyenda, pero me puso a pensar allí mismo entre los rigores de la escritura, y ahora que con calma trato de redactar de una forma medianamente coherente nuestra conversación, aún lo estoy haciendo.
Si hablamos de lo cuantitativo -continuó- en Alhaurín de la Torre, tres o cuatro personas que comenzaron conmigo, se han convertido en profesores de yoga. Yo he contribuido a bajar el paro, -dice sonriendo-
6.- Una vez me dijiste que los que practicáis esta disciplina tenéis un punto de soberbia, como si los que no lo hacen, no tienen capacidad para entenderlo. ¿Eso es así? Es un error muy común, el creerse superior me refiero. Si crees que estás haciendo algo especial, aparece el ego. El yoga es materialismo espiritual y el ego es el obstáculo.
7.- ¿Porqué hay más mujeres que hombres en tus clases? No sólo en mis clases. Al no ser competitivo, se adapta más al carácter femenino. Se han hecho varios estudios y todos ellos coinciden en que el yoga es más interesante para el sexo femenino y en profesiones relacionadas con la salud: enfermeras, médicas, etc.
8.- Hazme una frase con las siguientes palabras: yoga, deporte, Alhaurín de la Torre y salud. ¿No dirás que te lo he puesto difícil? Me hace repetirlas, las obseva, me pide un folio y escribe: “El deporte triunfa en Alhaurín de la Torre y el yoga es el triunfo de la salud”. Le felicito y continuamos.
9.- La religión, llámalo espiritualidad, ¿tiene algo que ver con lo que impartes, o es solo un mito? El yoga forma parte del hinduismo que es una religión no revelada, donde caben todas las creencias religiosas. El yoga es espiritualidad, pero cuando se tropieza con la política, es religión. Por eso recelo de organizaciones perfectamente establecidas. Hablamos de una espiritualidad que no se muestra.
10.- ¿No crees que nos tomamos la vida demasiado en serio? Exacto. No somos más que un manojo de hábitos que se enquistan y que acaban como una losa encima, algo así como lo que significa la losa mortuoria. La frescura es lo que hace quitarse algo de ese peso que llevamos encima. Lo ideal es la actitud de los ojos del niño. Para él todo es nuevo y fresco.
El árbitro pita el descanso y aprovechamos para hablar de sus clases, las que imparte allí mismo, en el polideportivo El Limón, cada lunes y miércoles en la planta alta de donde nos encontramos. Quiere relanzar su actividad, hacerla más participativa. Me habla de asanas, relajación y meditación y la verdad, todo ello suena bien, cual música celestial.
TEST DEL DEPORTISTA:
¿Real Madrid o Barça? No me gusta el fútbol, – me dice mientras yo pienso que también podría ser baloncesto -, pero si he de elegir, el Barça.
¿Pau Gasol o Rafa Nadal? Nadal. Pon ahí que es un monstruo.
Dime una película. «Jhony cogió su fusil” y“Dies Irae”. La primera durísima, a la segunda no llego – le comento -. Una danesa en blanco y negro.
Te sientes orgulloso cuando… una alumna me viene con lágrimas en los ojos y me dice que por primera vez en mucho tiempo, tras una lesión, pudo subir y bajar las escaleras de su casa. Y de todos mis alumnos, que acaban siendo mis amigos.
Dime algo bueno y algo malo. Bueno la tolerancia. Malo el creerse en posesión de la verdad, el no dudar e intentar imponerse.
Nómbrame a una persona, como mucho a dos. Al Dalai Lama.
¿Alhaurín es deporte o no tanto? Para mí sí. Es deporte y algo esencial que lo convierte de físico en ético. ¿El fair play lo llamáis? El buen hacer.
¿A quién conoces del deporte de Alhaurín? Especialmente a mis compañeros de artes marciales. Por ejemplo a Menjíbar, a Farfán, a Marcos…
¿El deportista nace o se hace? Se hace. Es cuestión de esfuerzo, en un 90%. Ahí los tienes – dice mientras mira el tablón que está a mis espaldas completamente lleno de fotografías de todos nuestros invitados en las entrevistas. Todos ellos están llenos de esfuerzo. Hoy en día, la gente tira la toalla muy pronto.
¿Qué esperabas de esta entrevista? Pues no esperaba nada. Pero me ha agradado y me ha sorprendido. Han sido preguntas muy inteligentes.
Tras un pequeño problema logístico con la sesión de fotos que solocionamos unos días después, me despido de él con ese punto de soberbia y de ego que ha subido mi nivel después de su respuesta a la última cuestión del test. Si esto es así, es que mucho no he aprendido de mi invitado tras nuestra charla.
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