Beatriz Bajo tiene 22 años y es ingeniera electrónica de profesión. Pero esta cordobesa afincada en Alhaurín de la Torre, es también una jugadora sobresaliente de baloncesto. De hecho, podría decirse que ha sido adoptada deportivamente por nuestro pueblo. No es muy alta, es base, pero tiene una energía que no sé como le cabe en ese cuerpo. No en vano la llaman “la hormiguita atómica”. Habla rápido. Es dispuesta y resuelta. Bea, como la llaman más a menudo, acaba de renunciar a fichar por un equipo que juega en una liga superior para continuar con su proyecto de equipo y de vida aquí en Alhaurín.
Alhaurín es deporte: Renunciaste a jugar en otro equipo de una liga superior, que estaba lejos, para quedarte aquí. Uno de los motivos era el nuevo proyecto de equipo, del que hablaremos ahora después, pero también has echado alguna raíz en Alhaurín no… Háblame de todo lo que te ata aquí.
Beatriz Bajo: Pues sobre todo, la ciudad. Alhaurín es un pueblo muy acogedor, por así decirlo. También es verdad, que este año en el equipo la gente me ha acogido muy bien. He tenido muchos amigos. Y la verdad es que, el club, el pueblo y todo, me ha encantado y me ha parecido un bonito sitio donde poder continuar viviendo. Y también por el tema laboral. Yo trabajo en una ingeniería de Córdoba, pero tenía la posibilidad de poder estar aquí, en la oficina que tienen en Málaga. Y claro, preferí estar aquí a salir fuera. Si me hubiera ido al otro equipo, habría tenido también que hacer más cambios en mi trabajo y habría sido más complicado. Y el proyecto también me ha gustado mucho, por el tema de que yo siempre he jugado en un equipo de Córdoba sin posibilidad de ascender. Un equipo de media tabla. Y claro… yo al final el año pasado terminé jugando en Liga Femenina 2, pero no lo he conseguido por méritos propios. A mí me gustaría que, este año que viene, pudiese jugar en Liga Femenina 2. Pero poder decir “¡Contra! ¡Nos lo ganamos el año pasado!”
AED: Después, de eso hablaremos también, pero ¿Qué te has dejado allí en Córdoba? ¿Te has dejado familia, pareja?
BB: No, no. Allí me he dejado a mi familia prácticamente y a mi antiguo equipo, que eran mis amigas de toda la vida. El apoyo de mi familia ha sido… Ya ves tú, ellos querían que yo progresara y jugara lo más alto posible y me han apoyado siempre. Y mis amigas exactamente igual. Al principio fue un poco más triste, por irme fuera del equipo. Porque llevaba jugando con ellas desde que tenía 10 años, y claro, en el momento que se lo comenté, les impactó un poco. Pero ya está. Al día siguiente ellos sabían que esa era mi ilusión y poder disfrutarlo aquí. Pues estupendo. Vamos, no he perdido ninguna relación con ellas.
AED: La temporada pasada, no percibiste beneficio económico alguno de jugar al baloncesto ¿Qué significa el baloncesto para ti?
BB: Para mí, la verdad es que era una ilusión. Es mi ilusión. Francis (Francisco Tomé) siempre se reía y yo siempre lo cuento… En el mismo momento en que me dijo: “Nosotros solo te podemos ofrecer la vivienda y la comida” yo dije: “Puf… Es que me sobra la mitad de lo que me estás diciendo”. Si a mí me hubieran dicho: “Vente. Y tienes que venir todos los días de ida y vuelta” o “No te vamos a pagar nada” también hubiera venido. Solo por el simple hecho de jugar en una categoría superior, que era mi ilusión desde siempre. Vamos, que me dijo: “Me tienes que dar una respuesta”. Y le dije que sí sin pensarlo y sin consultarlo con nadie porque sabía que era lo que yo quería.
AED: Porque cuando fichaste por el ASISA- Alhaurín de la Torre, en ese momento estaba en Primera Nacional (3º división). Aún no estaba en Liga Femenina 2…
BB: No, no. Yo jugaba en Primera Nacional en Córdoba. Jugamos hace dos años la eliminatoria contra Alhaurín, de cuartos de final. El primer partido ganó Alhaurín, el segundo lo ganamos nosotras, que jugamos en casa, y el tercer partido nos ganaron aquí. Y ya ellas continuaron la eliminatoria y nosotras nos quedamos fuera. Pero yo he jugado toda mi vida, ya llevo 8 temporadas, en Primera Nacional. Esa categoría si la conozco.
AED: Ya te conoces todos los equipos…
BB: (risas) Desde luego, esa categoría si la conozco. Y el año pasado fue el primero que jugué el Liga Femenina 2, por eso tenía mucha ilusión. Y encantadísima de poder hacerlo aquí.
AED: Eres base ¿Qué pasa cuando llegas al campo rival y hay una defensa cerrada que no sabes ni por dónde empezar?
BB: Mm… A mí me da igual que estén cerradas. La verdad, no te diría que no soy tiradora, pero tampoco es mi mayor virtud. Entonces, yo siempre intento que la gente abra el campo lo máximo posible, para poder penetrar, y para poder sacar ventaja. Y si yo no puedo finalizar, pues doblarla a una compañera. Para evitar eso… Si la defensa está cerrada… La solución es correr. Que no monten la defensa. Y, sobre todo, en ese ámbito, sí que sacaría más ventaja.
AED: Te has encontrado esa situación alguna vez por lo que parece ¿No? Viéndote pensarlo, más de una y más de dos…
BB: Sí, sí, sí. Por supuesto. Y sobre todo si son campos pequeños. En Primera Nacional a veces te encuentras que te meten a jugar en un tercio de pista y el campo es más pequeño, más estrecho. Y se nota. Y para una persona que juega a penetrar, se nota una barbaridad. Entonces, ahí tienes más problemas. Pero si tienes el día y metes los tiros de fuera, la gente se tiene que abrir al final, y puedes volver a jugar como tu juegas ¿Que no tienes el día? Pues te toca defender más, presionar más y correr más. Ya está.
AED: Ahora que estamos recordando… ¿De qué jugada estás más orgullosa? Esa que grabarías en vídeo para ponértela de vez en cuando.
BB: Este año, te puedo decir, hubo 2 o 3 partidos, en que hubo una jugada antes del descanso, donde quedaban 4 o 5 segundos. Y al final la defensa se relaja porque tú sacas de tu campo y no creen que en 4 o 5 segundos puedas llegar al otro y meter canasta. Y al final, si echas a correr, entran. Entran y les da tiempo de sobra. Otra jugada, una en Primera Nacional, ese mismo año que jugué contra Alhaurín… Estábamos a 8 puntos de diferencia, con solo 30 segundos para poder remontar el partido…
AED: ¿Y Lo conseguisteis?
BB: ¡Sí, ganamos! Si no, no habríamos remontado al Alhaurín. Y lo remontamos.
AED: ¿Y el momento más duro que te hayas encontrado en la pista? De ver: Cómo soluciono esto.
BB: Lo más duro es siempre perder. Pero no perder dando la cara. Que veas que tú lo intentas, que muchas veces tú lo intentas y puedes, y quieres intentarlo. Y que veas que no te salen a ti las cosas, y que tus compañeras bajan los brazos. Entonces, al final, te dices ¿Qué hago, bajo los brazos yo también? No puedes bajarlos, pero intentas animarlas para que las otras no los bajen y… sí los bajan. No me refiero al año pasado en Alhaurín, sino en general. Me pasa muchas veces que dicen: “Jo, vamos a jugar contra Periquito el de los palotes… que nos va a ganar de 70…”. Tú no puedes pensar eso. No puedes pensar que vas a perder de 70, porque luego puede ser que no pase eso. También he tenido algún entrenador por ahí que ya iba diciéndonos “Este lo vamos a perder” No puedes decirme vamos a perder antes de empezar un partido. Entonces, esos momentos son duros porque yo… yo lo voy a intentar. Me da igual que esté jugando contra Unicaja y el que sea.
AED: Sí… Si no ¿Para qué hemos venido? ¿No?
BB: Bueno, y este año pasado hemos aprendido eso, a perder. También es verdad, es una cosa que se tiene que aprender. A perder. Yo no sabía perder. Hasta que llegué a jugar en liga nacional, yo jugaba en categorías inferiores, y lo de perder lo llevaba fatal. Pero al final, a todo te acostumbras. Y, sobre todo, eso, en las situaciones en que ves que no puedes hacer nada más por el equipo y que tampoco consigas animar a las compañeras para que no bajen los brazos, pues… son situaciones complicadas. Y da un poquito de impotencia.
AED: Hablando de momentos complicados ¿Cómo viviste la temporada anterior? Primero una ilusión tremenda me imagino, con la llegada a la Liga femenina 2 y después, llegaron momentos complicados…
BB: A ver, la ilusión yo siempre tengo la misma. La ilusión de jugar en Liga Femenina 2 no la he perdido ni en el primer partido ni en el último. Yo he dado todo lo que estaba en mi mano y lo he intentado hacer lo mejor posible y para eso he entrenado todos los días y me he esforzado todo lo que podía. O eso creo yo. Pero es verdad que… (resopla) cuando va avanzando la temporada y ves que vas perdiendo… El equipo al principio responde, pero a partir de mitad de temporada puede haber algún bajón. Que baje una jugadora, que bajen dos, que bajen tres… que luego esas resurjan y bajen otras dos… Al final estás en un equipo de ocho o nueve jugadoras, que si fallamos dos o fallamos tres… al final, con cinco o seis se pasa bastante mal. Y claro, también nos tocó que la segunda vuelta tuvimos muchas salidas seguidas. Las últimas cinco salidas fueron a Madrid. Y los equipos de Madrid son buenos. Al final, acabas saliendo un fin de semana a Madrid, y te ganan de 30. Juegas en casa y pierdes. Te vas otra vez a Madrid, te ganan de 30. Te vuelves a casa y pierdes. Y tienes así, dos o tres partidos seguidos que puedes enganchar. Por ejemplo, el que jugamos olímpico, en Raka. Ese tendríamos que haberlo enganchado porque ganamos en primera vuelta. Y lo pierdes. Ya la siguiente salida, vamos diciendo “Uf”. Entonces fue bastante complicado por ese tema. Yo creo que, si el calendario hubiera estado un poco más cuadrado, por así decirlo, a lo mejor podríamos haberlo hecho de otra manera. Pero lo hecho, hecho está. Yo creo que, entre las que estábamos, hicimos muy buena temporada. La mejor posible con la plantilla que teníamos. Porque tampoco tenemos una plantilla como puede tener, por ejemplo, Estudiantes. No tenemos ese dinero.
AED: Tienes más mérito ¿No?
BB: Claro, es que aquí el equipo estaba formado por 3 profesionales. Dos americanas, más Sara, que ha jugado siempre en Liga Femenina 2. Y luego, gente de Alhaurín, que ha estado jugando en Primera Nacional. Cuatro o cinco personas de Alhaurín, y yo que era de Primera Nacional, como si viniera de aquí de Alhaurín también. Entonces, al final es un equipo montado con gente de aquí de Andalucía, excepto las dos americanas. Pero es que te vas a Logroño y en Logroño no hay una española. Nos vamos allí a jugar y allí había 12 jugadoras. Y apellidos españoles había uno. Todas las demás eran de por ahí. Y al final, dices “Es que con lo que tenemos, mejor no lo podemos hacer”. Y yo estoy muy orgullosa de lo que hemos hecho este año y lo volvería a hacer sin duda.
AED: Y las tensiones en el equipo, debían de ser tremendas cuando la cosa se torcía ¿Es ahí cuando se ve cómo de cohesionado está un equipo? Cuando empieza a haber reproches, justificados o no. Pero con ese entorno de tensiones, saldrá de todo, supongo.
BB: Exactamente. Totalmente. Al final, piensa que somos un equipo que se ha montado para este año, solo y exclusivamente para jugar en Liga Femenina 2. No nos conocemos. Bueno, yo no conocía a nadie de nada, nada más que de haber jugado contra ellas. Que eso, en vez de unir, podría más bien provocar que hubiera tensiones del año pasado o el otro. Al final, somos 10 personas que nos hemos juntado para jugar este año. No nos conocemos de nada, puede haber diferencias, puede no haberlas. Pues es normal que haya alguna tensión entre nosotras, alguna diferencia. Que al final se han solucionado y no ha habido problema. Pero claro, si hay alguna discusión el viernes, pues para el sábado ya, no te ha dado tiempo a arreglarlo. De todas maneras, yo creo que todas las tensiones que ha habido se han solucionado y todas hemos quedado bastante bien y no hemos tenido más problema.
AED: Leí por algún sitio sobre tu carácter conciliador… no sé si te tocaba a ti a menudo el papel de poner paz ahí…
BB: (Risas) No, no me gusta, no… Tampoco ha sido eso. Pero la verdad es que yo no me he metido en ningún follón con nadie. Yo he venido aquí a disfrutar y a aportar lo máximo posible. Ni yo venía diciendo “Que no, que esta ha jugado más que yo o que no ha jugado más que yo”. Bueno, yo jugaré lo que mi entrenador decida. Lo que él considere oportuno en cada partido y, si él cree que lo ha hecho mejor otra jugadora esa semana, pues que juegue ella. Si he jugado mejor yo, pues que juegue yo. Que no he tenido ningún problema. Y, si a alguna compañera le he escuchado algo así, pues le he dicho lo mismo. Que quien tenga que decidir, que decida. Y qué se equivoque o no se equivoque, ya es cosa de él y del cuerpo técnico. Nosotras no tenemos nada que ver ahí. Podemos dar nuestra opinión, pero ya está. Entonces en ese sentido, sí, soy conciliadora porque no me meto en esas cosas.
AED: El proyecto de Francis Tomé parece muy ilusionante. Está rescatando a muchas del Unicaja, o que estuvieron antes, como Lucía Hernández, y se mantiene también un núcleo importante del ASISA. Da la impresión de que, para todas, de algún modo, es una segunda oportunidad de hacer una buena temporada. Veo un equipo revitalizado y que puede estar muy motivado.
BB: Sí. Yo creo que es un equipo que son 4 o 5 personas de Alhaurín, que vienen de ascender, que jugaron en Liga Femenina 2, que saben que se puede conseguir. Y vienen otras 5 del Unicaja, que acaban de ascender también y saben que se puede conseguir también. Y que, con trabajo y sacrificio, al final se consiguen los objetivos. Entonces yo creo que sí, que las 10 estamos muy ilusionadas y sabemos que si rendimos al máximo nivel al final vamos a estar en la fase de ascenso, que es nuestro objetivo, y conseguir ascender. Yo creo que sí, que no habría ningún problema.
AED: El éxito de este deporte va un poco unido a la satisfacción del público también y a la afición. Tener un modo de juego que guste, movilizar a la afición por simpatía, promocionando el equipo… y por supuesto, ganar partidos, para ilusionar. Imagino que, si os gustáis a vosotras mismas, podréis transmitir eso al público ¿Qué expectativas tienes para el equipo? ¿Crees que jugaréis cómodas entre vosotras? ¿Que definiréis un estilo de juego pronto?
BB: Yo creo que sí. Porque, además, creo que Francis, por lo que me han dicho, por lo que he oído, por lo que he visto… ya que él entrena a masculino, él tiene claro su estilo de juego. Y es el estilo de juego que a mí me gusta. Defender, morder, robar balones y correr. Simplemente. No un juego tan parado como el que hemos hecho este año, que es otra filosofía, sino de más movimiento. Yo creo que Francis es más libre, por así decirlo, y más agresivo. Entonces, con la plantilla que he visto y lo poco que he visto jugando contra ellas de la gente de Unicaja y de mis compañeras, yo creo que todas podemos congeniar muy bien y adaptarnos a ese estilo de juego que Francis nos pueda dar y que nos puede venir muy bien. Porque también es verdad, que en la temporada… Al principio sí, todo el mundo es muy agresivo, pero cuando llega la mitad de la temporada… ya no (risas)
AED: Eso estoy pensando. Que por lo que estás diciendo, ese tipo de juego requiere quizás una formación física que, os van a meter más caña para que juguéis así… Que es fácil de decir, pero luego hay que estar ahí.
BB: Efectivamente. Sí, sí, sí. Pero si esa forma física y ese estilo de juego se mantiene de septiembre a abril en este caso, ganas seguro. La cosa es mantenerlo. Porque mi estilo de juego en Córdoba siempre ha sido ese también, pero ya llega un momento de la temporada que llega la segunda vuelta y dices “No lo puedo mantener. No se puede mantener ese estilo de juego”. Si conseguimos hacerlo y todas estamos al 100% y todas ponemos de nuestra parte, no vamos a tener ningún problema esta temporada.
AED: Leía que una de las cosas que te convenció fue eso mismo, las amigas que se quedaban y las jugadoras que venían que ya conocías…
BB: Sí, sí, claro. De mis compañeras de aquí en Alhaurín, estoy encantada con ellas. No he tenido ningún problema con nadie. Perfecto que se queden y que juguemos juntas otro año más. Y de las compañeras de Unicaja, pues personalmente las conozco muy poco, porque han sido rivales de siempre. Yo jugando en Córdoba y ellas jugando aquí. Pero claro, su estilo de juego si creo que nos puede venir muy bien. Algunas compañeras de Unicaja que entran ahora son más pequeñas que yo, entonces he podido coincidir en pista con dos o tres, pero las otras dos o tres, a lo mejor no. Pero por los partidos del Unicaja del año pasado que he visto, yo creo que sí, que nos podemos compaginar muy bien.
AED: Los fichajes internacionales… ¿Están, a veces, sobrevalorados? Hablo en general, eh ¿Les pesa quizás más la presión de sentirse observadas y la falta de apego a un lugar o a un equipo que el talento y el entrenamiento que puedan traer detrás?
BB: Yo creo que depende mucho de la persona y de su experiencia siendo profesional jugando al baloncesto. Si tú fichas a una persona que lleva 5 o 6 años jugando en Liga Femenina 2, o que ha jugado en Liga Femenina 1, cuando llega aquí, esa persona tiene claro exactamente cuál es su rol en el equipo. Y sabe que ella vive de eso. Y que tiene que rendir porque para eso la han traído, para eso es su trabajo. Entonces, no es que tu entrenador te tenga que estar diciendo “Oye, que tienes que rendir”. No, no. Esa presión te la tienes que poner tú misma y saber que, si es tu trabajo y vives de esto y estás aquí para esto, pues tienes que hacerlo tú. E incluso mantener tú tu propia forma física y estar en un punto en el que puedas aportar al equipo. Luego, si es otro tipo de fichaje internacional que ha estado jugando en Estados Unidos, y lo traes aquí por primera vez, esa persona no va a tener experiencia en la categoría. No es lo mismo que jugar allí, en Estados Unidos. No va a tener el mismo rol que tiene en Estados Unidos segurísimo. Y entonces, le va a costar mucho más trabajo adaptarse a un equipo de Liga Femenina 2, o Liga 1, o Primera Nacional.
AED: Quizás por el estilo de juego europeo…
BB: El estilo de juego europeo no tiene nada que ver con el americano. Yo creo que todo depende de la experiencia de esa persona y de la madurez de esa persona. No es lo mismo fichar a una americana de 18 años, que puede medir 2 metros, y traértela aquí y querer ser la mejor de la liga, que fichar a una americana de 30 años, que lleva aquí jugando 10 años y sepa lo que son las categorías y de que va a jugar y cuál es su papel. Entonces yo creo que esa es la principal diferencia ¿Qué estén sobrevalorados o no? Pues depende de la persona.
AED: Hablando un poco de la afición… ¿Cómo ves el baloncesto femenino en Alhaurín de la Torre? ¿Ves que hay más afición? ¿Está evolucionando, está creciendo? Si hay más mujeres aficionadas al baloncesto, también habrá más seguidoras de este deporte.
BB: Una barbaridad. Eso es una de las cosas de aquí que también me motiva a quedarme. Aquí en el pueblo… En mi vida he visto tanto baloncesto como se promueve aquí en el pueblo. Bueno, este y todos los deportes. Porque yo no sé cuantos pabellones puede haber, pero aquí no tienes una pista libre nunca. Y el deporte en general se le transmite mucho a los niños, a las personas mayores. Y sobre todo la afición. Nosotros, en los partidos del año pasado veíamos las gradas llenas (también al ser un pabellón más chiquitito…). Tú ves a tu afición que te está animando y eso te motiva un montón y te viene muy bien.
AED: Y cuantas más aficionadas a jugar, también van más a los partidos…
BB: Claro, efectivamente. Vamos, yo nunca he tenido tanta afición en Córdoba ni en ningún lado. Y este año, por ejemplo, hemos ido a jugar a Leganés, que tiene un equipazo, un pabellón. Y allí hemos entrado y nos hemos dicho “¡Madre mía! Aquí da pena jugar” ¡Es que no había nadie! Ni los familiares, no había nadie.
AED: Claro, tantos fichajes de fuera…
BB: (Risas) Estábamos allí jugando solas. Al final lo que tenemos en el pueblo, pues se valora. Lo bien acogidas que estamos y lo bien que nos trata el club y el público.
AED: ¿Cómo estás recibiendo esta situación nueva de líder y cara visible del nuevo equipo? Vi que salías en la campaña de Apúntate a la felicidad…
BB: A ver… También es volver a dar un cambio. Porque si es verdad que, en Córdoba, en Adeba, ya tenía mucha experiencia en la categoría. Yo llevaba liderando ese equipo 8 años. Entonces, por ahí tenía esa experiencia. Pero claro, ahora al venir aquí, a Alhaurín, mi papel ha sido completamente distinto. Y ya, me he tenido que adaptar a las compañeras, al club. Y me ha ido bastante bien. Pero ahora, ya de cara al año que viene, pues volver a lo que hacía en Córdoba, a lo mejor sale bien o a lo mejor luego se arrepienten de haberme puesto. Yo voy a intentar hacerlo lo mejor posible y esperemos que tenga buen resultado en la temporada.
AED: Seguro que sí.
BB: Eso espero.
TEST DEL DEPORTISTA:
Tu deporte preferido es… Baloncesto.
Yo, Beatriz Bajo, me arrepiento… de no haber estudiado la carrera que de verdad deseaba. Que es Ingeniería Aeroespacial.
El libro que siempre tienes a mano: La Sombra del Viento.
Lo mejor de Alhaurín de la Torre si de deporte hablamos: La afición.
La ciudad más bonita que conoces: Granada, pero aún no conozco muchas.
Tu ídolo deportivo: Rudy Fernández.
El mejor deportista de Alhaurín de la Torre: Mm, ¿Vale de Málaga? Es que de Alhaurín aún no conozco. Alberto Díaz.
Tu mayor virtud y mayor defecto: Virtud… si me marco un objetivo no paro hasta conseguirlo. Perseverancia. Y defecto, desordenada. Y un poco cabezona.
Un sueño: Poder jugar en Liga Día (primera división de baloncesto femenino). Alguna vez. Algún año. Intentarlo por lo menos. Tener esa oportunidad.
¿Cómo te has encontrado durante la entrevista? Pues la verdad que muy cómoda.
Tras la entrevista, me queda el recuerdo de su emoción al hablar de baloncesto. Solo con eso ya se nota lo que significa para ella. Bea Bajo es de las que están ahí, en las trincheras del deporte. Encontrándose con las dificultades sin un arma más importante que su propio arrojo. Es una luchadora. Y tiene coraje. Y es rápida. Creo que será una buena líder de este nuevo equipo que sigue siendo el ASISA-Alhaurín de la Torre.