LA WEB ENTREVISTA A… ALEJANDRO BARRIONUEVO MARTÍN (director artístico del Centro Artequus)

(José Carlos Villalba) Por fin tuve el tiempo y la prestancia suficiente como para ponerme a redactar una de las entrevistas más bonitos y sopresivas, por lo inesperado, que he hecho para el deporte de Alhaurín de la Torre y su página web. Hacía ya unos años que pasé por el Centro Artequus, en el extraradio alhaurino, para que me enseñaran las instalaciones y me explicaran quienes eran. Pero es ahora, cuando un joven de 33 años, Alejandro Barrionuevo, hijo del gran Miguel Barrionuevo, da un paso aún más firme, para mostrarme la pasión por aquello que ha mamado desde pequeño: el mundo del caballo. Lo suyo es arte. Por si fuera poco, vive con Rocío, bailarina profesional de flamenco, profesora de la Escuela de Música y Danza de Alhaurín de la Torre y la ganadora de la última edición de la Torre del Cante. Habla Alejandro, con parsimonia, como si también quisiera tener conmigo la misma paciencia que necesitan sus caballos. Y si le pregunto que cuáles son sus principales logros, me responde con una frase tan experimentada como sincera: “Nuestra creatividad a la hora de hacer los espectáculos ecuestres”. Entre sus aficiones solo está el caballo y su mundo. “… y el arte, el teatro y la fotografía”.

ENTREVISTA:

1.- Lo tuyo con los caballos, ¿Qué es? Arte, expresión plástica, deporte… Es arte sobre todo. Nuestro logo es Artequus, equitación artística. Nuestra forma de montar está creada por mi padre, Miguel Barrionuevo, que murió hace poco más de un año. ¿No es mucho decir? No, no, lo que hacía mi padre era único. Nuestro nuevo espectáculo se llama “Kalazagán”, que significa Bosque en filipino. Trabajan cinco artistas. Dos con caballos y tres bailarines.

Su rostro ha esombrecido de pronto, sin duda por el recuerdo de la ausencia. Ese peso, reciente, también lo conozco yo. Eso, y la comprensión del vacío. La segunda pregunta nos libra del pesar.

2.- ¿Cuánto tiempo llevas en esto? Desde que nací. Yo soy la tercera generación. Con tres años me caí por primera vez del caballo. ¿Y con el espectáculo? Unos ocho meses. Se inauguró en noviembre de 2015. ¿En vuestro centro? Sí.

3.- Yo, por ejemplo, que no tengo por costumbre acercarme a un equino, ¿Qué me estoy perdiendo? Mucho. Verás. Yo miro a los ojos de un caballo y se si transmite seguridad, nobleza o ternura. Te pierdes su belleza. Por ejemplo, el trato con ellos es muy bueno para algunas terapias. La limpieza de cascos, el masaje, el trenzado… crea un acercamiento que es lo que inicia la necesidad de cuidarlo. El caballo es un deportista que necesita cuidados.

4.- ¿Te consideras una persona paciente? Se rie abiertamente. Por momentos. Yo soy adiestrador y por lo tanto he de ser paciente. El caballo tiene varias pautas básicas. Hay que buscar la forma de inducirlo a una línea un poco diferente sin que se enfade. Él no entiende, somos nosotros quien tiene que hacer que entienda. Si hay un error, en el 99,9 % de los casos la culpa es de la persona.

5.- En tu centro Artequus, ¿Qué hacéis exactamente? Tenemos una academia. Formamos jinetes, formamos caballos y creamos espectáculos.

Alejandro ya me tiene eclipsado. Me estoy divirtiendo en un mundo que no era el mío y que afortunadamente, ya no es tan selecto. Está siendo sincero y directo y las dos cosas a la vez no es fácil consiguir.

6.- ¿Quién quiere más a quién, el jinete al caballo o el caballo al jinete? Uf! Yo creo que el jinete al caballo. ¿Tú lo quieres más a él que él a tí? Yo creo que sí. Yo me levanto por ellos, me acuesto por ellos, no tengo días libres. A cambio ellos me lo dan todo en el escenario, en el día a día. Pero en el escenario es donde mejor se ve la conexión, la unión.

7.- Cuál ha sido tu mayor satisfacción encima de un caballo? Han sido muchas. Pero te voy a hablar de mi debut, con catorce años, con un caballo muy especial que se llamaba “Escandaloso”. Era tordo, muy bonito. Con la música de “Forrest Gump”, se cruzaba mi padre conmigo y era como el cruce de dos generaciones.

8.- ¿Y fuera del caballo? Con mi equipo. Por ejemplo, hace un par de fines de semana hice una performance en el Auditoria de Málaga, sobre los Juegos Paralímpicos del 2007. Allí estuvo mi equipo al completo y me sentí muy bien. Marta, Daiana, Hanna, Rocío, Carlos y Antonio, más“Emperador”.

9.- ¿Cuántos animales tenéis en vuestro centro?

Ahora mismo 24. Míos son 5. El resto está en pupilaje. Son de nuestros clientes.

10.- Y de todos ellos, tu preferido es… “Emperador”. Es castaño, muy barroco. Ha estado viajando por toda Europa con varios espectáculos. “Apasionata”, de una compañía alemana. Se subía encima de un caballo de cola preparado para ello y bailaba. Primero lo hacía con mi padre y ahora lo hace conmigo. Destaca por su nobleza y su seguridad. ¿Cuántos años tiene? Veintidós.

En esos momentos ya tenía claro que en el mismo momento en que Alejandro y su grupo repusieran el espectáculo ese con nombre filipino, potente, “Kalazagán”, pienso ir a verlo. Se lo diré a mi mujer y os lo digo también a vosotros, seguidores de estas entrevistas y del deporte de Alhaurín de la Torre. Es que si el efecto visual no es suficiente, con las imágenes que me vuestra con su móvil, su palabra, serena y asentada, hace el resto.

Me apetecía cambiar de tercio y continuamos.

TEST DEL DEPORTISTA:

¿Real Madrid o Barça? Real Madrid por supuesto. ADN blanco.

¿Pau Gasol o Rafa Nadal? Rafa Badal. Me gusta ese hombre. Lo veo sereno, cabal.

Dime una película. “El libertino”. Con Jhonny Deep. Es de época. Sentí tener que admitir mi ignorancia sobre la misma.

Te sientes orgulloso cuando… de haber tenido el padre que he tenido.

Dime algo bueno y algo malo. Malo, el maltrato animal. Y bueno, el poder vivir por ellos, el cuidarlos. Y también tengo una perra, que conste.

Nómbrame a una persona, como mucho a dos. A mi padre.

¿Alhaurín es deporte o no tanto? Se está promocionando mucho. Hay compañeros dentro de este programa, por llamarlo así. Esto pinta bien. El trato contigo, por ejemplo, también es deporte. Me halagas, Alejandro. Ja, ja, ja!

¿A quién conoces del deporte de Alhaurín? A mi amigo Víctor. Pasaron también por aquí hace unos meses, Los del Centro Víctor López. El otro día precisamente, lo saludé cerca de mi casa, en Mestanza.

¿El deportista nace o se hace? Las dos cosas.

¿Qué esperabas de esta entrevista? Una conversación agradable. Yo quería contarte cosas de mi academia y lo que hacemos en este mundo de la equitación.

Sin apenas darnos cuenta, y dejando al margen varias inoportunas llamadas que nos solicitaban, a los dos, a través de ese aparato del diablo, al que llamamos teléfono móvil, llegamos al final de la reunión. Como hombre que es, no hizo objeciones a la pequeña sesión de fotos y nos fuimos a la calle, a la mañana ya calurosa de mitad de mayo. Sin duda alguna, con Alejandro, hemos vuelto a acertar. D. Miguel también lo hizo muy bien con su hijo.

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