Una vez más, Fischer rehabilita contra su variante favorita (Najdorf) y es notable que siga ganando con tanta facilidad. De hecho, sus adversarios no parecen oponer una resistencia seria. El joven Bernarsky es aparentemente cogido por sorpresa, improvisa y pierde en solo veintidós jugadas…
Bernarsky, buscando un contrajuego activo, comete errores al intentar mostrarse valiente. Captura un seductor peón (9…Cfxe4 ) e impetuosamente prosigue un ataque en el que se encuentra en medio de una emboscada que, irónicamente, había contribuido a organizar. Fischer obtiene, en la jugada 12, una formación con la que había tenido éxito incluso cuando era un niño. Por supuesto que gana, pero la economía con que lo hace es fascinante..
1.e4 c5 2.Cf3 d6 3.d4 cxd4 4.Cxd4 Cf6 5.Cc3 a6 6.Ac4 (¡Aquí vamos de nuevo!.) Jugada favorita de Fischer en esta variante.)
6… e6 7.Ab3 ( La idea de Bronstein 7.a3 es demasiado lenta. Por ejemplo 7… Ae7 8.Aa2 0-0 9.0-0 b5 10.f4 Ab7 11.f5 e5 (Las negras conservan la salud mientras las blancas no pueden explotar el hueco en d5. Robatsch-Fischer, La Habana, 1965)
7… Cbd7 (Para llegar a c5 atacando el alfil y el peón de “e” al mismo tiempo. Pero 7… b5! es mejor (ver partida Fischer-Tal, URSS Torneo Candidatos 1959). Un ejemplo de juego estático de las blancas es la partida García-Fischer, Olimpiada de La Habana, 1966: 8.a3 Ae7 9.Ae3 0-0 10.0-0 Ab7 11.f3 Cbd7 12.Dd2 (12.Axe6!? lleva a un equilibrio aproximado) 12… Ce4 13.Df2 Dc7 14.Tac1 Rh8! 15.Cce2 Tg8! 16.Rh1 g5 17.h3 Tg6 18.Cg3 Tag8 ( Las blancas se encuentran curiosamente desamparadas ante la amenaza de h4-h5. Su ruptura normal con f4 se ve limitada por el alfil silencioso en b7) 19.Cxe6 fxe6 20.Axe6 Cxe4! 21.Cxe4 Txe6 y las blancas abandonan.
Después de 7… b5! análisis recientes indican que el mejor plan para las negras es un rápido desarrollo en el flanco de dama: 8.f4 Ab7 9.f5 e4 10.Cde2 Cbd7 11.Ag5 Ae7 12.Cg3? ( lo correcto es 12.Axf6 Cxf6 13Dd3 Tc8 con un equilibrio de posibilidades. Fischer-Zukerman, Campeonato de los EE.UU., 1966) 12… Tc8! 13.0-0 h5! las blancas están en dificultades, como demuestra, los siguientes trabajos:
A) 14.h4 b4 15.Axf6 Axf6 16.Cd5 Axh4 17.Cxh5!? Dg5 18.f6 g6 19.Cg7 Rd1 20.Tf3 Ag3 21.Dd3 Ah2+ 22.Rf1 Cc5 23.Th3!? Th4 24.Df3 Cxb3 25.axb3 Txh3 26.Dxh3 Axd5 27.exd5 Dxf6+ 28.Re1 Df4 y como ya no queda nada -sino el vacio- las blancas abandonan. (R. Byrne-Fischer, Interzonal de Tunez, 1967)
B)14.Axf6 Cxf6 15.Cd5 h4 16.Cxf6+ gxf6 17.Ce2 Axe4 18.Ad5 Db6+ 19.Rh1 Axd5 20.Dxd5 Txc2 21.Dd3 Dc6 22.Tac1 h3! Las blancas abandonan. (Chiocaltea-Gheorghiu, Bucarest, 1967)
8. f4! Cc5 ( Resulta demasiado pasivo 8… Ae7 9.Df3 0-0 10.g4. Es malo 8… b5 9.f5! e4 10.Cc6! Dc7 Cb4! T y las blancas están preparadas para reprimir a las negras una vez que ocupen el hueco en d5.
9.f5! (Temática. Después de la partida, Bednarsky me dijo que había llegado a esta posición, con las blancas, y había continuado 9.e5 dxe5 10.fxe5 Cfd7 11.Af4 en un encuentro con Bogdanovich. Alemania Oriental, 1964. Es obvio que el enfoque es demasiado inofensivo).
9… Cfxe4!? (Jugando con fuego. El problema estriba en saber si: 9… e5 es suficiente. Aparentemente no, después de 10.Cde2 Cxb3 (no 10… Ccxe4? 11.Cxe4 Cxe4 12.Dd5 Cg5 13.h4) 11.axb3 h6 12.Cg3 seguido de Ch5 con una estrangulación. R. Byrne –Bogdanov, Sarajevo, 1967. 9…. Ae7 es más estable que la del texto. Pero las blancas conservan su posición superior después de 10.Df3 0-0 11.Ae3. Ahora con 11… d5 12.exd5 Cxb3 13.Cxb3! exf6 ( si 13… Cxd5? 15.0-0-0 gana un peón) 14.0-0-0 etc.
10.fxe6 Dh4+? (Tentador, pero suicida. Las negras tenían dos posibilidades mejores: A) 10… Axe6 11.Cxe4 Cxe4 12.Cxe6 fxe6 (no 12… Dh4+ 13.g3 Cxg3 14.Ag5! De4+ 15.Rd2 Cxh8 16.Cc7+ Rd7 17.Cxa8 gana) 13.Dg4 Cc5 14.Ae3! con una fuerte iniciativa. B) 10… fxe6! 11.Cxe4 Cxe4 12.0-0 De7! ( es más débil 12… Cc5 13.Dg4 –si 13… Cxb3 14.axb3 e5 15.Df3—) Las blancas tienen buen juego para los peones, pero ninguna victoria forzada a la vista.
11.g3 Cxg3 12.Cf3! ( Esta jugada es conocida. Por ejemplo en la apertura Vienesa encontramos: 1.e4 e5 2.Cc3 Cf6 3.f4 d5 4.fxe4 Cxe4 5.d3 Dh4+ 6.g3 Cxg3 7.Cf3 etc.) Sólo que no 12.exf7+ Rd8 13.Cf3 De7+).
12… Dh5 13.exf7+ Rd8 14.T g1 Cf5 15. Cd5 Dxf7 (El ataque de las negras se ha vuelto contra ellas, y ahora el rey está atrapado en un implacable fuego cruzado. En 15… h6 16.Cf4! captura la dama. No es mejor 15… Cxb3 16.Ag5+ Rd7 (o 16… Ae7 17.Cxe7! Cxe7 18.Dxd6+) 17.Ce5+!.
16.Ag5+ Re8 17.De2+! (A esta altura, yo estaba más interesado en la caza mayor que en la insignificante captura de la dama después de 17.Cf6+ gxf6 18.Axf7+)
17… Ae6 18.Cf5 Rd7 19.0-0-0 ( 20.Ce5+ constituye, por supuesto, una amenaza).
19… De8 ( Las negras están indefensas. Después de 19… Cxb3+ 20.axb3 De8 21.The1 Ag8 22.Dd3 queda en una situación parecida. La única forma de supervivencia para las negras es entregar la dama con 19… Axb3 20.Ce5+ Rc7 21.Cxf7 Axf7).
20.Axe6+ Cxe6 21,De4 g6 22.Cxe6 negras abandonan. ( Si 22… Dxe6 23.Dxb7! Re8 24.The1 gana todo. Comentarios de B. Fischer de su libro Mis 60 partidas memorables.
Nota: Lo increíble de B. Fischer es que lo mismo que ganaba en esta variante con blancas, lo hacía también jugando con negras. ¿Jugaba contra él mismo?.
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