El pasado viernes el fútbol base vivió una de los más tristes episodios que ensombrecen este deporte y en especial en las categorías inferiores, lejos de ser la escuela de valores que se le supone para los alevines de 10 y 11, años, que presenciaron uno de los hecho más lamentables del futbol.
El campo de fútbol del club Tiro de Picho de Málaga, recibía al equipo del Segunda Andaluza Alevín del CD Lauro de Alhaurín de la Torre que entrena Jesús Calzado, en un encuentro sin trascendencia, aunque no lo parecía para los “rojiverdes” que se empleaban con dureza lo que propició las quejas del entrenador del Lauro, lo que llevó a discutir a ambos entrenadores en la zona técnica a raíz de una nueva falta.
El lanzamiento de una botella de plástico por parte de Jesús Calzado, que no impactó en el entrenador local, o que está fue arrojada cerca de él, según diferentes versiones, llevó a encararse a ambos técnicos y a cruzar agresiones en el área técnica, con la invasión del terreno de juego de siete personas que se relacionan con el CD Tiro Pichón (padres y aficionados), que tras varios golpes llevó al suelo al entrenador de CD Lauro, donde le llovieron puñetazos, patadas y pisotones ante la inoperancia del delegado de campo, lo que le llevó en estado de semiinconsciencia a ser trasladado al Hospital Carlos Haya de la capital malagueña, donde quedó ingresado hasta la mañana del domingo cuando fue dado de alta.
Los hechos ya han tenido las primeras consecuencias, además de la investigación policial, la dimisión del coordinador de Fútbol 7 del CD Tiro de Pichón, única persona que intervino en la separación entre los agresores y agredido.
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