(Víctor Manuel Berbel Jiménez) El cuadro cordobés llegaba a Alhaurín de la Torre con un equipo nuevo, de mucha calidad y con serias aspiraciones para esta temporada y el Victoria dio buena cuenta de ello.
Bien es cierto que el encuentro empezó igualado, de hecho se podría decir que los locales estaban siendo superiores en algunas facetas del juego. Con una defensa en media pista el Victoria consiguió presionar al rival y no le dejó desplegar su juego. Tanto fue así que el primer tanto visitante llegó en un despiste de la defensa en un saque de banda. Esto abrió la lata y el Lucena anotó dos goles más antes del final del primer tiempo.
La segunda parte comenzó con el cuarto gol visitante en la jugada del saque de centro. El buen trabajo coral del equipo se vio empañado por la falta de concentración y los fallos individuales que resultaron con el 1-7 definitivo.
Un partido de prueba que sirve para corregir fallos y comprobar el estado físico de los jugadores. Para eso está la pretemporada, para arreglar ahora lo que no se podrá en plena competición. El sábado se demostró que aún queda trabajo por hacer, que la plantilla es algo corta y que a los recién incorporados aún les queda algo de tiempo para la adaptación, pero debemos también quedarnos con esos 15 minutos iniciales de dominio y la sensación de que estamos aún a tiempo de reconducir la situación.
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