Dos espectaculares eventos en dos días consecutivos. El sábado se fabricó por primera vez la final de la Copa Málaga en Alhaurín de la Torre. Pocas son las instalaciones que en una única jornada pueden acoger más de 150 partidos en los que intervinieron más de 500 jugadores y jugadoras de toda la provincia. El Limón, con sus canchas divididas entre la central, el anexo y las exteriores, más el apoyo del Huerta Alta, pudieron conseguirlo. Y el domingo, yo diría que aún más jaleo, con la Fiesta Baby del baloncesto, que por segundo año consecutivo llenó a reventar, y no exagero, las gradas del Limón. El futuro del baloncesto malagueño, que es mucho decir, en medio de nuestras dos de nuestras instalaciones más emblemáticas, yq que a la fiesta también se unió el Blas Infante. Ahora miro las fotos que nos hicieron y veo las caras de felicidad y hasta de sorpresa de mi alcalde, Joaquín Villanova y mis compañeros concejales que nos acompañaron.
Pero además de estos dos grandes eventos, nombrar a los de siempre. Al fútbol de 1ª Andaluza, cada vez más en 3ª División que en esta ocasión vienen acompañados, para esto del fútbol, con los cadete preferente que finalmente han conseguido el ascenso a Autonómico. ¡Grandes los chicos de David Benítez! Además, los del bádminton, que van triunfando allá donde van, incluso en el campeonato de Málaga, las del patinaje artístico que no quieren estancarse y van a cursos organizados por la federación española, los del baloncesto, que no solo juegan a este precioso deporte, sino que practican la solidaridad, y hasta a los de radio control hemos hecho protagonista con la entrevista a Juanma Vera, quíntuple campeón de Andalucía de su espectacular modalidad.
Para el final, la petanca, que va a seguir creciendo con la ampliación de sus pistas. Otras dos más. Si ellos crecen, el deporte crece y si esto ocurre, Alhaurín de la Torre se hace más grande.
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