(JCVM) Acudir a la Cabalgata de Reyes de Alhaurín de la Torre es tan tradicional como comerse después el roscón que nos traen los monarcas, regalitos ocultos incluídos, o esperar los presentes de la mano directa de Melchor, Gaspar y/o Baltasar. Debe ser, además, contagioso porque hacía tiempo que al menos yo no veía esa marabunta de gente agolpada en el mismo sitio, cual Semana Santa. Y ver, por si fuera poco, a algunos de los clubes del largo estamento deportivo alhaurino involucrados directamente en la fiesta se está convirtiendo en algo tan natural como un parto sin epidural.
A la ya conocida carroza que el Club de Baloncesto de Alhaurín de la Torre pasea cada año, con jugadores de diferentes edades subidos a la misma y los entrenadores y miembros de la junta directiva colaborando y disfrutando como los más pequeños, cuidando y evitando cualquier percance desagradable, con su presi, Pedro Cuevas, a la cabeza, hay que añadir una nueva incorporación, la del Club de Rugby Alhaurín de la Torre, quien, aprovechó la ocasión para darse a conocer en público.
Fueron muchos de los allí presentes a los que oí comentar la sorpresa de ver a un equipo de ese deporte por el pueblo. Además, los chicos y chicas se lo curraron porque con indumentaria de tierras lejanas, tenían preparado una parodia de la haka maorí de Nueva Zelanda. O al menos a mí me pareció esa, condimentada, como no podía ser otra cosa, con tintes tradicionales españoles y su trillada y divertida «Macarena». El caso es que viendo cómo se lo pasaron los protagonistas de esta historia, el público fue claramente contagiado del espíritu creativo que espolvorearon a lo largo y ancho del recorrido. Le ralentizaron a más de uno las ganas de retirarse rápidamente a casa a la espera del sueño reparador que diera paso a los consabidos regalos con el despertar mañanero.
Burdas reflexiones a parte, me gusta esa involución del deporte en la vida cotidiana. Me gusta el apoyo del Ayuntamiento de Alhaurín de la Torre y sus Áreas de Deportes y de Turismo y Fiestas, y me gusta también iniciativas como la de estos dos enormes clubes, por lo que son y por lo que representan. Hacen crecer el espíritu y fomentan la verdadera intención de lo que significa el concepto de deporte. Es la mejor forma de olvidarnos de tópicos ya manidos y afortunadamente cada vez más alejados en los que se consideraba la actividad física tan solo al alcance de unos pocos atletas.
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