Alejandro Rodríguez Acuña ganó el oro en el mundial de Powerlifting en la categoría Master II de los recientes campeonatos mundiales de este deporte (junio de 2019. Helsinborg, Suecia). Tiene más de 50 años. Para ganar el oro, levantó 255kg en sentadilla, y 167,5 kg en banca, estableciendo con ello dos nuevos récords de Europa. De hecho, es el primer español en la historia en ganar el campeonato europeo y el mundial en una misma temporada.
Alejandro ya había sido noticia este año por estos méritos, solo hay que echar un vistazo, por ejemplo, al hashtag #alejandrorodriguez en Facebook.
Me encuentro con él en el gimnasio donde entrena con su club. Un lugar muy sencillo pero funcional que se parece mucho a su deporte. Lo ha levantado prácticamente solo y con mucho esfuerzo.
Alhaurín Es Deporte: ¿Por qué Powerlifting y no halterofilia?
Alejandro Rodríguez: Bueno, yo empecé haciendo halterofilia. Desde muy pequeño me ha gustado hacer la fuerza en general. Yo veía por la tele los hombres fuertes moviendo camiones y cosas de esas y siempre me ha fascinado la fuerza. Empecé con la halterofilia porque había un club de halterofilia cerca del sitio donde tenía que ir, pero rápidamente lo tuve que dejar, porque cuando volví a mi ciudad no había gimnasio de halterofilia. Había un gimnasio de culturismo y empecé a entrenar un poquito de musculación y tal… Pero luego dio la casualidad, también, de que cerró el centro de culturismo. Y había un sitio donde se hacía este deporte, Powerlifting, que era una especie de local privado, como el que tenemos nosotros en Alhaurín, donde iban solo los que eran socios de ese club. Era todo muy en precario, porque no había máquinas de musculación. Solo había barras, tarimas y mucho peso. Pero había grandes levantadores en ese local y me admitieron como socio del club. Y ahí empecé a entrenar.
AED: Para los que no sabemos cómo es el powerlifting… ¿Es un deporte relativamente nuevo?
AR: El powerlifting es de los años 50. Empezó en Estados Unidos y fue como una alternativa real a la halterofilia, que era el deporte de pesas por excelencia. También iba en un principio bastante relacionado con el tema del fisicoculturismo. De hecho, había alguna prueba en la que salían los levantadores a hacer poses en un bañador de competición, como si fuera culturismo, y luego hacían una prueba de press de banca o de sentadilla, o alguna otra prueba de fuerza. Iba todo como muy enredado. Hasta que en el año setenta, si no me equivoco, en el 70, 71, se empezó a hacer campeonato del mundo en Estados Unidos. El campeonato del mundo, ya con las tres modalidades, que son: sentadilla, press banca y peso muerto. Y… hasta la fecha. O sea, que no es tan nuevo. Hay deportes que son bicentenarios, pero si lo comparamos con otros deportes, sí que es nuevo. Pero estamos hablando de que en el año setenta, ya se hicieron unos campeonatos del mundo, con pocos países, pero bueno. Es cómo en el fútbol. Empezó en los años 30 y había cuatro o cinco selecciones nada más y parece que sea de toda la vida.
AED: ¿Cómo es la vida de un levantador de peso? Pongamos que tienes un campeonato en mente, con una fecha ¿Cómo haces tu vida cuando tienes que prepararte para un campeonato?
AR: Bueno, aquí el trabajo es del entrenador. Yo hasta el año 88 tuve entrenadores en Argentina. Luego, estuve mucho tiempo entrenando de forma autodidacta, entrenándome a mí mismo, hasta el año 2018, que ya empecé a trabajar con Paco, que mi entrenador. Con él hemos conseguido lo máximo. Es muy importante tener un coach, y sobre todo si es como Paco, que pienso que es una persona muy competente para estas cosas.
AED: Porque, cuando llegaste aquí ¿Había facilidades para encontrar un entrenador concreto para esto, o era todo muy nuevo?
AR: No. A ver, yo estuve viendo desde el año 88 hasta el 2010 en Barcelona. Hice mi equipo de competición y había mucha afición en Barcelona y en Cataluña en general. Y bueno, me desarrolle ahí como entrenador y como levantador, he hecho muchos internacionales… etcétera. Luego, por circunstancias de la vida, me viene a vivir a Andalucía en el 2010. Y en el 2011 ya me traje todas mis barras de competición y tal y cual, y empezamos a formar gente aquí de powerlifting en el gimnasio que yo llevaba en el pueblo. Digamos que tenía un gimnasio de musculación de barrio y ahí formamos un equipo de competición que empezó funcionando con muy pocos efectivos, pero que en poco tiempo se fue agrandando y venía gente de todas partes de Andalucía. Y la explosión fue cuando empezamos a organizar campeonatos en Alhaurín en el año 2012. Ahí fue una explosión porque me vinieron de todas partes de Andalucía a querer hacer powerlifting.
AED: Recuperando un poco la pregunta de antes, porque me parece interesante… El modo de vida cuando preparas un campeonato, la disciplina, las sesiones de entrenamiento, alimentación… ¿Qué vida lleva un deportista para un campeonato a donde va gente que, como tú, va a dar el máximo resultado?
AR: En el entrenamiento de powerlifting, digamos que una parte muy importante es el descanso y la recuperación. Yo hasta el 2014 estuve haciendo powerlifting, pero compaginándolo con otros deportes porque, por mi trabajo, tenía que hacer muchas clases de spinning, aerobic, clases de gap, de gimnasia de mantenimiento… Tenía un nivel de agotamiento bastante potente. Así que en el 2014 lo tuve que dejar porque estaba agotado. Y fue cuando dejé el gimnasio que teníamos en el Puerto del Coscorrón, cuando ya me dediqué de lleno al powerlifting. Hemos puesto este local solo para powerlifting. Ahora no hago otras actividades físicas. Considero que el salto de calidad que hemos dado, además de gracias al entrenador, también ha sido por el nivel de descanso y recuperación que tengo ahora. Porque ahora solo hago powerlifting, descansar, comer, powerlifting, descansar, comer… Es muy importante el descanso en este deporte porque el sistema nervioso al final acaba achicharrado de levantar tanto peso. Básicamente, el descanso es un entrenamiento más.
AED: Y hay que tomarlo por disciplina también…
AR: Si, disciplina de descanso, de cuidarse y, evidentemente, tener unos hábitos sanos. No se puede hacer este deporte al máximo nivel si no tienes hábitos sanos. Además, nosotros estamos dentro de una federación donde todo tipo de cosas que no son sanas podrían salir reflejadas en un control antidoping. Entonces, vida sana, intentar descansar, entrenar correctamente, tener un buen entrenador, que eso es básico. Y ya… como la técnica después de tantos años la tengo asumida, todo es mucho más fácil.
AED: ¿Y cuantas horas de entrenamiento podéis tener al día?
AR: Según mi entrenador, entrenamos una hora, quince, una hora y veinte, máximo. A intensidad buena y todos los días, menos el domingo. Bueno, hay temporadas en las que el sábado y el domingo no entrenamos. Depende de cómo vaya la semana, pero normalmente son 5 o 6 días de entrenamiento semanal. Una hora y cuarto, una hora y 20… hay veces que se tarda más porque cuando te acercas a un campeonato, los tiempos de recuperación entre series tienen que ser más amplios.
AED: Y con una preparación tan específica ¿Tenéis algún nutricionista para tener el cuerpo totalmente afinado para la competición?
AR: Yo no. Yo como lo que me da la gana. También es verdad, que podría tener un nutricionista a mi cargo ¿No? Pero como es un deporte totalmente amateur… Y tampoco creo que sea necesario porque yo como muy bien. O sea, la dieta de un levantador tiene mucho carbohidrato, proteína, carne roja por un tubo… y de eso voy sobrado. Como buen argentino que soy (risas). Un asado de kilo y medio cuando me siento a comer. Así que comer, como. La carne roja es totalmente necesaria para el levantamiento de pesas o para cualquier deporte explosivo.
AED: En una actividad deportiva como esta te enfrentas como en ninguna otra a la debilidad. Tanto física, como psicológica ¿Cómo fueron esos comienzos donde aprendiste a superar esa debilidad psicológica? Cuando tu mente reúne todos los mensajes desalentadores habidos y por haber y te los pone por delante…
AR: No sé. A mí me encanta entrenar y cada mejora, aunque no sea de kilos, sino de repeticiones, o lo que sea, para mí es una superación personal. Entonces, buscando estos retos, desatiendes los miedos que te vienen a la cabeza de no conseguirlo. “Vamos a por esto… va, va, va…” Y te caes cincuenta veces. Pero cuando llegas, pues te dices “Ya estamos aquí. Ahora vamos a por otro…” Yo miro más hacia el objetivo. Dónde quiero llegar dentro de 20 semanas, no tanto el hoy. Puedo tener un día malo, como ayer, que empezamos otra vez a movernos e hicimos unas cuantas series y tal, y me puedo sentir flojillo. Porque claro, me he dado un descanso después del mundial y es lógico que se pegue un bajón. Pero a mí no me desalienta eso, ni mucho menos. Eso es parte cotidiana de una preparación. Yo sé que voy a llegar perfecto a Francia, al campeonato de Europa del año que viene. Si no tengo lesiones que me lo impidan.
AED: ¿Cuándo tienes un campeonato a la vista, vas pensando en mejorar tus resultados y no tanto en “tengo que llegar a tal marca”?
AR: No, no. Nuestro objetivo es una marca. Entonces, el coach, Paco, lo que hace es periodizar los entrenamientos para llegar a ese objetivo. Los periodiza en esos ciclos y dice “este mes vamos hacer este porcentaje, el mes que viene vamos a hacer esto, después dentro de tres meses haremos un poquito más. Reducimos el volumen y aumentamos la intensidad… en fin, en maneja como nadie la calculadora.
AED: ¿Y hay momentos de presión, cuando se acerca la fecha y estamos, por ejemplo, a dos semanas del campeonato?
AR: Yo, a dos semanas del campeonato estoy hecho mixto. Pero luego llego al día del campeonato, que es cuando tengo que estar fuerte de verdad, y estoy fuerte. Porque si hay una descarga importante diez días antes o una semana antes, eso hace que tú recuperes todo el sistema nervioso, que viene agotado, para que el día del campeonato explote y salga todo lo que tenía dentro. De hecho, yo levanto más peso compitiendo que entrenando.
AED: Entonces puedes llegar a superar una marca en competición a la que no habías llegado en el entrenamiento…
AR: Normalmente, los entrenamientos se periodizan para que no se falle ningún kilo en entrenamiento. Y luego, para que quede la mente abierta de cara a una competición. Porque si tú fallas en una sentadilla con 250 kg, y después quieres ir a 255 kg o 260 kg, en campeonato, mentalmente ya vas bloqueado. Entonces, más vale, en vez de fallar 250 kg, pues hacer dos repeticiones con 235 kg, o 3 series de una, con 245 kg, fácil, y llegar al campeonato con la mente abierta. Esa es la política de Paco. Paco es muy paliativo con esto. Pone algodones. Digamos que, en eso, es el maestro porque hace que no falle ninguna repetición. Yo le hago caso a pies juntillas. Yo, aunque haya sido autodidacta durante 30 años, si tengo entrenador le hago caso a él. Que es como debe ser. Por más que yo tenga 30 años de powerlifting y él tenga 5, eso no tiene nada que ver. Él es el que manda y el que ve las cosas desde fuera. Y siempre se ven mejor las cosas desde fuera.
AED: Háblame del último campeonato mundial. Suecia, competidores de los 5 continentes que vienen a darlo todo. La prensa dando como favoritos a levantadores de Australia y Estados Unidos. Y llegas tú, para demostrar que no estaba todo dicho ¿Cómo fue la competición?
AR: En principio, el que estaba primero en nominaciones era el americano, con diferencia (nominaciones es la marca que cada levantador pone a la hora de inscribirse en un mundial. Una marca que ya han hecho en un campeonato oficial). Yo tenía una marca previa de 653 kg (la suma de varios levantamientos), el americano tenía 675 kg o 672,50 kg, y el australiano estaba más o menos como yo, tenía 640 kg aproximadamente. Estos eran los rivales fuertes. Pero llegada la competición, eso no vale para nada. La marca de inscripción da igual, porque tú puedes venir más preparado o menos. El caso es que nosotros llegamos con la idea en la cabeza de hacer 20 kg más de los que hicimos en el europeo. Y, de hecho, hicimos 24,50 kg más que en el europeo. Porque ellos tampoco se esperaban esta subida de kilos. Normalmente, en los Masters el rendimiento tiende a bajar más que a subir, porque ya la edad empieza a pesar. Pero nosotros íbamos para arriba. Entonces claro, ellos no se esperaban que nosotros hiciésemos 24 kg más.
El australiano hizo el campeonato de su vida, porque levantó en total 655 kg. Venía a por mí, e hizo 15 kilos más de total de lo que él tenía acreditado. Y el americano, visto el percal, se vino abajo emocionalmente. Por eso el coco aquí es fundamental. El factor psicológico es fundamental. Ir haciendo válidos en un campeonato destruye psicológicamente al otro porque no sabe donde estará tu techo. Ya no sabe verse competir. Porque el trabajo de un coach no solamente es ponerte los kilos a ti y verte a ti, también tiene que estar viendo a los demás, a ver dónde se supone que van a llegar. Y si tú vas haciendo válidos, no les das pistas a los otros entrenadores. Entonces, fueron saliendo válidos, solo hice un nulo de los nueve intentos, en press de banca, y los demás iban un poco a ciegas. Al final, tanto es así, que el americano se quedó tercero, perdiendo contra el australiano. Ya cuando llegamos al segundo peso muerto estaba decidido el mundial, así que se dedicaron a pelear por el segundo puesto. Se podía decir que, en el segundo intento nuestro de levantar el peso muerto, ganábamos el mundial. En este deporte el que se duerme, lo acuestan rápidamente. Aquí no hay favorito que valga. La gente a veces se cree que las competiciones de Master son lúdicas y que la gente va de paseo… No, no. Ahí van a matarse. Hasta los de Master 4, que tienen más de 70 años, van a matarse vivos.
AED: No sé si lo habrás pensado alguna vez… Y supongo que cada uno tiene una respuesta diferente para esta pregunta, pero hoy te tengo aquí a ti, así que te pregunto ¿De dónde viene ese deseo de sentirse fuerte?
AR: Yo de chico, tendría 8, 9 o 10 años, veía revistas especializadas de la época, era los años 70, donde había exhibiciones de fuerza de gente como Paul Anderson, o gente muy fuerte de la de antes, y lo que es la fuerza y los músculos y todo eso a mí siempre me ha llamado la atención. Es una cosa que siempre me ha gustado. Hacer el indio y levantar cosas… pero de pequeño. Y pasó que era muy vago y me gustaban más los juegos dinámicos, cómo el fútbol. De hecho, fui jugador de fútbol. Pero el pediatra me dijo que tenía la caja torácica como metida para adentro, porque no había desarrollado bien y tenía problemas de respiración por eso. Y tenían que hacer algún deporte para desarrollar la caja torácica. Entonces fue cuando me fui a entrenar halterofilia, que me pillaba cerca y luego me pase al gimnasio ese que te comenté que era medio de culturismo. Ahí, la verdad es que pegué un cambio. Un cambio físico, me sentía mucho mejor. Ahí fui sacando mis musculillos y me iba animando con este tema. Cuando aquel gimnasio cerró, y yo tenía 11 o 12 años, me fui a esta casa, que era como una casa abandonada donde tenían un montón de pesas e iba mucha gente en plan clandestino. Allí había muchos campeones sudamericanos y gente levantando kilos de verdad, y me fascinó. Me dije “esto es lo mío”. Y ahí empecé todo. Allí había un montón de entrenadores…
AED: Estabas en el ajo…
AR: Si, totalmente en el ajo. Ahí estaba el centro de la selección argentina de powerlifting, lo mejor de lo mejor. Y era como una cueva. Era una casa ocupada, con la luz enganchada… Le llamamos el gimnasio D’Artagnan, (risas) porque éramos todos para uno. Y el capitán era Carlos Almada, que era un campeón sudamericano que había sido el primer hombre en pasar de la barrera de los 200 kg en press de banca, y en aquella época era una institución. Y se llamaba así, D´Artagnan. Lo ponía en la pared. Fue una de las etapas más bonitas, porque cuando empiezas con una cosa es ilusionante y todo es muy mágico. Después, ya me viene en el 88 pero ya había sido internacional para Argentina en Uruguay, fui a un Campeonato Sudamericano en el 86 y luego fui al Mundial Junior en el 87, que fue en Perú, donde fui con toda la selección argentina. Y después, ya me vine para acá. Y como tengo la doble nacionalidad por ser hijo de español, empecé a competir por España y fui muchas veces internacional.
AED: ¿Qué sensación produce superar tu propia marca?
AR: Como cuando tú marcas un gol, y todo el estadio te dice Ole, pues eso.
Este deporte es básicamente de superación personal. A lo mejor, tú te superas y quedas el último, pero te has superado. Yo tengo levantadores que van a competir la semana que viene en el Open de Linares, que es un Open para iniciados básicamente, y hay gente que hace muy poquilla marca, pero sí se supera su marca, ya han ganado. Es así, son etapas. Cuando tú empiezas levantas pocos kilos, después ya tienes una marca de referencia que tienes que superar, y todo lo que sea superar tu marca ya es una victoria.
AED: Es como una renovación de ti mismo…
AR: Sí, sí. Es como decir… ahora tengo que superar esto. Lo anterior ya es historia. Y así. Es la ilusión, porque si tú estás un tiempo sin mejorar marca, también es un poco rollo. Pero es que yo creo que la faena del entrenador es muy importante porque es como si tú quieres llegar a un sitio y te encuentras una puerta cerrada. Tienes que ir a abrir otra puerta. Y si no abres esa puerta, tienes que ir a abrir otra. Y si no, tienes que esperarte un poco que se abra otra puerta… Hay mil maneras de enfocar una mejora. Y no siempre es la que escogemos. Te diría que casi nunca cogemos la primera. Casi nunca se coge la opción más buena en primera posición. A lo mejor no es la primera, sino la segunda o la tercera forma de entrenar la que te dará la mejora. Sobre todo, en atletas que llevan toda la vida compitiendo. Porque los nuevos siempre suben. Los primeros tres o cuatro años el ascenso es vertiginoso. Después ya, cada vez cuesta más superarse. Pero hay que buscaré la vuelta y está es la labor del entrenador. El entrenador, lo que tiene que intentar es romper encantamientos, que esos vienen seguro. Siempre el estancamiento llega. Hay que buscar la vuelta para mejorarte. Esa es la labor más chunga que tiene el entrenador.
AED: ¿Cómo están las marcas a nivel general, en powerlifting?
AR: A nivel mundial, los records están a nivel impresionante. Porque hay un fuera de serie en mi categoría que ha dejado los records como si fueran de otro planeta, como el Messi del powerlifting. Yo lo vengo viendo desde que era un niño y para mí era un ídolo. Y dio la casualidad que en este campeonato hemos coincidido. Yo nunca lo había visto en persona. Es de la categoría Master 3, tiene más de 60 años. Y estaba con el equipo americano, porque él ya había competido, poniéndome los discos a mí en el calentamiento. Yo alucinando.
AED: En 2017 se hizo en Alhaurín de la Torre el campeonato de Europa de Powerlifting ¿Me equivoco, o eso tuviste algo que ver en eso?
AR: Bueno, lo difícil en estos casos es que las federaciones internacionales, tanto la IPF, como la EPF, confíen en nosotros como el club organizador de un campeonato tan importante. Porque el campeonato de Europa Senior, que se hizo en 2017, es el campeonato más importante del año en Europa. Es el campeonato. Pero Luis Tudela, que es el presidente de la Asociación Española, tenía muy buena relación con las entidades internacionales y pidió estas competiciones y luego, a continuación de Luis, Paco (Paco Gutiérrez, su entrenador) es oficial de la EPF. Es una de las personas que trabajan para la federación europea. Entonces, Paco es mucho más conocido porque está en todos los campeonatos y demás y es una cara más visible. Es la cara de España en todos los campeonatos de powerlifting. Luis puso toda la carne en el asador para que nuestro club organizara el campeonato, sabiendo que lo íbamos a hacer super bien y entonces Paco dio un paso al frente para ponerse en contacto con los organismos internacionales.
AED: Pero también es verdad, que antes de tu llegada no tenía tanta promoción el Powerlifting…
AR: Aquí en Andalucía no había nada. Había un entrenador, Diego Alba, dos o tres levantadores que eran de Málaga y entrenaban en gimnasios sueltos y había un pequeño club en Córdoba, del señor Cárdenas, que era muy aficionado a este deporte, que tenía algunos chavales que competían de vez en cuando en campeonatos de España. Pero no había lo que hay ahora. Cómo mucho, en Andalucía había un club. Desde que llegamos nosotros, hay 30 clubs afiliados, registrados en la Junta de Andalucía, y afiliados a la AEP (Asociación española de powerlifting) habrá en torno a 20.
AED: Hay cierta comunidad en el sentido de promocionar este deporte…
AR: Hombre, aquí cuando hacemos los campeonatos nos juntamos más de cien levantadores. Es la comunidad autónoma que más participación tiene, y que más levantadores tiene afiliados a la AEP. La AEP tiene más de 600 miembros, y aquí en Andalucía hay en torno a los 250 afiliados. Tenemos una tercera parte de los clubs de España y de los afiliados. Pero todo se ha conseguido con mucho trabajo. Organizando campeonatos de todo tipo para principiantes, para medios, para campeonatos de España, de Andalucía, Opens de Andalucía, campeonatos internacionales de máximo nivel… Todo se ha conseguido con mucho esfuerzo.
TEST DEL DEPORTISTA:
Tu deporte preferido es… Powerlifting
Yo, Alejandro Rodríguez, me arrepiento de… No haber acabado INEF.
El libro que siempre tienes a mano: He leído mucho de powerlifting, sobre todo de Lucio Doncel. Y por norma general leo mucho por internet. Me informo mucho por blogs.
Lo mejor de Alhaurín de la Torre si de deporte hablamos: Prudencio (Ruíz). Para mí ha sido la persona clave para la explosión del deporte en Alhaurín. Prudencio y José Carlos (Villalba). Todo el equipo del área de deportes en general.
La ciudad más bonita que conoces: Alhaurín de la Torre
Tu ídolo deportivo: Tengo muchos, pero el espíritu de Rafa Nadal es el abc del deporte.
Tu mayor virtud y mayor defecto: La virtud es que, si yo tengo 10, comparto 12. Y también es un defecto. Es bueno ser generoso, pero hay que saber gestionarlo y ser un poco egoísta a veces. Yo ayudo a todo el mundo, pero muchas veces el resto del mundo va a lo suyo.
Un sueño: Es que después de ganar el mundial, que es lo máximo para nosotros… me gustaría seguir ganando. Algún mundial más o algún europeo más o batir algún record más… o ver el powerlifting como un deporte olímpico.
¿Cómo te has encontrado durante la entrevista? Bien, perfecto, como en casa. Ha sido una charla.
Tras la entrevista, y también durante la entrevista, hablamos mucho de powerlifting. Demasiado para meterlo todo aquí. Sobre el carácter abierto de este deporte, sobre la gente tan mayor que lo practica, que ronda los setenta años, sobre lo rápido que progresan y lo satisfactorio que les resulta… y sobre todo, del esfuerzo de todos los aficionados de que este sea un deporte olímpico. Ese quizás sea el peso más grande que puedan llegar a levantar, pero no me cabe duda de que lo van a seguir intentando hasta el final.